Ricardo Cumplido: “Tremendo evento”#GranFondoFindelMundo #RidechileRaceReport

Race Report Gran Fondo Fin del Mundo 2019

Cuando escriba el libro “Las 100 competencias que deberías hacer antes de morir” ésta carrera estará entre las primeras del ranking, no sólo por la belleza del paisaje y la dureza del circuito, sino también por la excelente organización, la camaradería y el sano espíritu que se respira en torno a la carrera. Imperdible.

Foto: “Enfrentando un repecho en el Km. 35 recién abierta la carrera con las magníficas ruedas KYZR que estoy testeando”

La carrera partió puntualmente a las 8 de la mañana desde la plaza de Panimávida, lugar que reconozco no conocía y que me pareció encantador, limpio, ordenado, típico pueblo campestre, conocido por sus termas, a sólo 20 km de Linares. Éramos 500-600 pedaleros. Los primeros 30K fueron controlados a un promedio de 32 km/h. Igualmente había que estar muy atento por los frenazos, tirones y porque en estas carreras no todos tienen la experiencia de pedalear en pelotón.

Foto: “Partiendo con el N° 115 sin saber exactamente que lo que se venía” 

En el km 7 atravesamos el pueblo de Colbún. En el km 15 pasamos el largo Puente sobre el Río Maule. En el km 23 se gira a la derecha cerca de Corralones. Seguimos controlados. Hasta aquí vamos bien, pienso. En el km 30 poco antes de llegar al Lago Colbún se levanta la bandera indicando que se abre la carrera y el ritmo cambia. De los cómodos 30-35 km/h la cosa se va sobre 40 y comienzan a formarse los grupos de 10, 20 y hasta 30 corredores. Me enganché en un buen grupo que se va desgranando, pero que a la vez va recogiendo descolgados por lo que nos mantenemos en número de 20 a 30 corredores. En el km 50 pasamos por el sector de Paso Nevado. Hemos tenido el Lago Colbún a nuestra derecha en los últimos 10km. El entorno es maravilloso y el paisaje se hace cada vez más sobrecogedor. Todo bastante verde.

En el km 55 volvemos a cruzar el Río Maule en el puente El Armerillo. La elevación aquí es de 500 msnm, por lo cual hemos subido 300 metros (partimos en 200 msnm). Es decir, aunque hemos estado siempre con pendiente positiva en promedio un poco por debajo del 1%.

El siguiente punto de referencia es el km 85, donde está el primer punto de abastecimiento, muy necesario, ya que en 2 horas 40 minutos de carrera, ya me había tomado las 2 caramayolas. Relleno con Gatorade heladito y a seguir la aventura. En este punto la carrera cambia completamente la dinámica. La pendiente cambia y los grupos desaparecen. A lo más se ve a 2 ó 3 juntos. Cada uno debe llevar su ritmo. Quedan casi 70 km que supuestamente son muy duros. Aunque hay algunos descansos, en general de aquí en adelante la pendiente no baja de 4% y en ocasiones llega al 8%. Las piernas empiezan a notarlo.

El paisaje toma la forma típica de los contrafuertes cordilleranos. El verde comienza a desaparecer y las piedras y rocas multicolores se empiezan a hacer notar. La altitud no es tema aún. Desde el km 85 al 117 en la meta Los Cóndores se sube de 800 msnm a los casi 1.500 msnm.

Foto: Elevación: “Para arriba de principio a fin”

Después de algo más de 4 horas de pedaleo y sufriendo mucho los últimos 30 km llegamos a la meta de Los Cóndores, lugar elegido como meta para mas o menos una centena de los 600 inscritos. Nuevo abastecimiento y alimentación y aquí debo decidir si sigo o me quedo. Las piernas, la espalda, un calambre ingrato y la cabeza me dicen que me quede. Concluyo que me faltó entrenamiento para enfrentar este desafío completo. Los últimos 36 km son aún más duros con las cuestas Los Cóndores y Cuesta La Zorra en el camino.

Mis respetos a los casi 400 pedaleros que llegaron a la meta en el km 153 en el paso Pehuenche justo en el límite entre Argentina y Chile. Tomo mi abandono con mucha humildad y rescato el aprendizaje, no sólo del recorrido, sino de que principalmente de las horas de entrenamiento que hay que completar para tener un buen desempeño.

Foto: “Algunos números de mi desempeño”

Velocidad Promedio: “27 k/h de promedio con tramos bajo 10 k/h”.

Finalmente quisiera felicitar a la organización por levantar un evento de gran categoría. Pienso y no encuentro puntos bajos. Todo funciona bien desde que uno se inscribe a la carrera hasta que disfruta de una animada entrega de premios en la Plaza de Panimávida, pasando por la entrega del kit de carrera, una estupenda tricota, los puestos de abastecimiento, la guardarropía, la logística en buses para volver desde la cordillera. En fin, sería largo enumerar. Agradecer a Pablo Safrana, a Vitaly y a Olexandr por su preocupación de los detalles y buena disposición para resolver dudas.

En concreto, un tremendo evento. Imperdible. Desde ya me comprometo a estar mejor preparado el próximo año, llegar a la meta Campanario, luchar por un podio e intentar quedarme con uno de los más hermosos y simbólicos premios deportivos que he visto en mi vida. Pero eso es algo de lo que hablaré cuando me lo gane.

Por: Ricardo Cumplido

Fecha de la carrera: Sábado 19 de octubre de 2019

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